El mecanizado es el conjunto de procesos industriales que se realizan en torno a una pieza de materia prima. En la mayoría de los casos, este tipo de mecanizados se imprimen sobre una pieza metálica. No obstante, también puede ser de cerámica, madera o plástico. Su principal objetivo es el de proporcionar una forma y un tamaño final limando el material sobrante a partir de una técnica y una planificación llevada a cabo de manera previa.
Por lo tanto, el proceso de mecanizado trabaja para transformar piezas de materia prima, eliminando en todo momento el material sobrante que no va a resultar útil para el trabajo en cuestión.
¿Cuántos tipos de mecanizado existen?
Existen, principalmente, tres tipos de mecanizado industrial, dependiendo de la técnica utilizada y del resultado que se quiera conseguir en el momento de llevar a cabo todo este proceso.
A continuación, os explicamos los diferentes procesos que existen y cómo puede trabajarse con cada uno de ellos atendiendo a nuestras características particulares.
Mecanizado sin arranque de viruta
El mecanizado sin arranque de viruta es uno de los tipos de mecanizado industrial más comunes que podemos encontrar. Este tipo de procesos se llevan a cabo pasando las piezas metálicas sin arrancar la viruta. De este modo, permite asegurar un importante ahorro en el material utilizado.
Un ejemplo de este tipo de mecanizado lo encontramos en el moldeado y la forja. Así como el prensado y el roscado. En ninguno de estos procesos interviene ningún tipo de procedimiento que permita llevar a cabo el desecho de los materiales. Asegurando en todo momento la correcta conservación tanto de la forma como del tamaño de la pieza.
El mecanizado de las piezas sin viruta permite obtener el máximo retorno económico a partir del mínimo desecho de los residuos existentes.
Mecanizado por abrasión
El mecanizado por abrasión es el proceso en el que se lleva a cabo la eliminación del material sobrante de una pieza desgastándola a partir de pequeñas cantidades. Mediante este tipo de procesos se permite desprender las partículas del material.
Para ello, es conveniente tener en cuenta la máquina con la que se realiza este proceso. A partir de una muela abrasiva, se permite que un tipo de disco cuya superficie está fabricada a partir de materiales abrasivos vaya eliminando cantidades muy pequeñas sobre la superficie del material.
Es importante tener en cuenta que existen determinados ámbitos de trabajo que consideran el mecanizado por abrasión como un tipo de mecanizado con arranque de viruta. Puesto que aunque sea mínima, existe una extracción de material sobrante que conviene tener en cuenta.
Mecanizado con arranque de viruta
Por último, el mecanizado con arranque de viruta es la otra tipología de mecanizado que podemos encontrar en el mercado. A partir de este proceso se permite llevar a cabo el trabajo sobre el material en cuestión mientras este es arrancado o cortado. Gracias al uso que se lleva a cabo a través de la herramienta pertinente, se permite llevar a cabo procesos tales como el taladrado, el aserrado o el fresado.
Dependiendo de cuál sea el tipo de mecanizado de arranque de viruta al que podamos acceder, el desperdicio de material que se lleva a cabo puede variar de manera considerable. Por lo tanto, en el caso de que el resultado que se desprenda no sea el óptimo, es posible que exista la necesidad de que haya que llevar a cabo un proceso de rectificado posterior, como es el caso del proceso de desbarbado.
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